Oddun: Ogbe Ate (Ogbe Osa)
En los tiempos en que los Orishas caminaban libremente por la tierra, Orunmila, el Orisha de la sabiduría y la adivinación, se encontró acosado por una extraña mala fortuna. Aunque era conocido como el sabio de los cielos, sus esfuerzos se veían frustrados en cada intento. Sus profecías no eran escuchadas y su sabiduría, ignorada. Frustrado, buscaba una solución para recuperar su influencia.
Al escuchar el lamento de Orunmila, Elegua, el joven y travieso, pero profundamente astuto Orisha, se acercó. Elegua era conocido como el guardián de los caminos, el maestro de las puertas y las oportunidades, y ningún plan podía desarrollarse sin su bendición. Con una sonrisa, Elegua se ofreció a ayudar.
"Orunmila, la sabiduría puede llegar lejos, pero siempre hay uno que abre los caminos para que la sabiduría encuentre su camino hacia los corazones de los hombres. Permíteme guiarte por una nueva ruta", propuso Elegua.
Orunmila, viendo la sinceridad de Elegua, aceptó. Juntos viajaron a un pequeño y bullicioso pueblo, donde un poderoso jefe buscaba orientación sobre asuntos de guerra y paz. Sin embargo, no importaba cuántas veces Orunmila intentara hablar, los aldeanos y su jefe estaban demasiado distraídos para escuchar.
Elegua, divertido, decidió intervenir. Camino hacia el centro del pueblo, donde comenzó a bailar, cantar y hacer bromas a la gente. Su risa era contagiosa, y sus travesuras atrajeron la atención de cada aldeano. Incluso el jefe, curioso y entretenido, se unió a la multitud para observar la actuación de Elegua.
Justo cuando la multitud estaba cautivada, Elegua los silenció con un tono serio. “Ahora que todos han venido a presenciar mi juego, deben también escuchar a mi amigo Orunmila, quien tiene la sabiduría que ustedes buscan.”
Los aldeanos, cautivados por el ingenio y el encanto de Elegua, se quedaron en silencio, con toda su atención centrada en Orunmila. En ese momento, Orunmila entregó su mensaje, una poderosa profecía que salvó al pueblo de un desastre inminente.
Desde ese día, la gente aprendió la importancia de reconocer a Elegua antes de buscar sabiduría o soluciones. Y Orunmila, eternamente agradecido, se aseguró de honrar siempre a Elegua en los cruces de caminos, pues sabía que sin los astutos caminos de Elegua, la sabiduría nunca podría encontrar su camino hacia el corazón de las personas.
Reflexión:
Este pataki, según el oddun Ogbe Ate, nos enseña que incluso la sabiduría necesita un camino para ser recibida, y Elegua, como guardián de las cruces de caminos, abre esas puertas. Nos recuerda que honrar a Elegua permite caminos más claros, no solo en asuntos espirituales, sino también en la vida diaria.