Pataki de Elegguá y la Sabiduría en las Decisiones

Oddun: Ogbe Roso

En un pequeño pueblo, había un joven llamado Tade que deseaba encontrar su propósito en la vida. Un día, mientras caminaba por el bosque, llegó a una encrucijada con tres caminos. Confundido sobre cuál tomar, decidió pedir ayuda a Elegguá, el Orisha que abre y cierra los caminos del destino.

Elegguá apareció, riendo juguetonamente, vestido con sus colores rojo y negro, sosteniendo su bastón adornado con conchas. “¿Qué te trae a esta encrucijada, joven?” preguntó Elegguá. Tade le explicó su dilema y le pidió consejo.

Elegguá, con una sonrisa traviesa, respondió: “Cada uno de estos caminos lleva a un destino diferente. Pero no puedo decirte cuál elegir. Esa es tu decisión, y de ella dependerán las lecciones que aprenderás.”

Elegguá le dio tres objetos para ayudarle en su elección: un bastón para el camino más largo y rocoso, una llave para el camino que llevaba a una ciudad brillante, y un espejo para el sendero oscuro y misterioso. Sin embargo, no le explicó el significado de cada objeto.

Tade reflexionó y, confiando en su intuición, eligió el camino oscuro y misterioso, llevando el espejo. Durante el viaje, se enfrentó a desafíos que lo obligaron a mirar dentro de sí mismo y descubrir su verdadero potencial. Al final, encontró un claro lleno de luz, donde comprendió que su elección le había enseñado valentía y autoconocimiento.

Elegguá apareció de nuevo y le dijo: “No importa qué camino elijas, lo importante es cómo caminas y las lecciones que aprendes en el camino. Cada decisión es una oportunidad para crecer”.

Desde entonces, Tade regresó al pueblo, sabio y agradecido, venerando a Elegguá por mostrarle que el destino se forja con cada paso que damos.


Reflexión:

Este pataki, vinculado al oddun Ogbe Roso , nos enseña que nuestras elecciones y la manera en que enfrentamos sus consecuencias son fundamentales para nuestro crecimiento. Elegguá nos recuerda que cada camino tiene su valor y lecciones.