Oddun: Ika Ofún
En un pueblo donde la enfermedad y el sufrimiento habían traído desolación, los habitantes vivían en constante tristeza. Aunque sus cuerpos se recuperaban lentamente gracias a remedios naturales, el rencor y la falta de perdón mantenían sus corazones enfermos. Los conflictos no resueltos y las viejas heridas emocionales se habían convertido en un peso que impidió su completa recuperación.
Babalu Ayé, el Orisha de la sanación y las enfermedades, escuchó sus lamentos y decidió visitarlos. Apareció en el pueblo vestido humildemente, cubierto de marcas que simbolizaban tanto el dolor como la curación. Caminó por las calles en silencio, observando la manera en que los habitantes evitaban hablar entre sí y cómo las viejas disputas alimentaban su sufrimiento.
Una noche, Babalu Ayé reunió a todos los aldeanos en la plaza central y les ofreció un recipiente de agua clara. Les pidieron que se lo pasaran unos a otros mientras pronunciaban palabras de perdón y gratitud. Al principio, muchos se resistieron, pero poco a poco comenzaron a abrir sus corazones.
A medida que el recipiente pasaba de mano en mano, los aldeanos sentían cómo el peso de sus rencores se desvanecía. Al final, Babalu Ayé les dijo: “La verdadera sanación no solo cura el cuerpo, sino también el corazón. El perdón y la gratitud son los remedios más poderosos que existen.”
Desde ese día, el pueblo no solo recuperó la salud, sino también la armonía. Aprendí que el camino hacia la curación requiere completar liberar el dolor emocional y trabajar juntos con amor y compasión.
Reflexión:
Este pataki, vinculado al oddun Ika Ofún , nos enseña que la sanación verdadera es integral, a abarcar tanto el cuerpo como el espíritu. Babalu Ayé nos muestra que el perdón y la gratitud son esenciales para alcanzar la paz interior y la salud completa.