Oddun: Ika Meji
Oyá, la Orisha de los vientos, las tormentas y el cambio, siempre ha sido conocida por su valentía y su conexión con la transformación. Un día, oyó hablar de una comunidad atrapada en la rutina, temerosa de cualquier cambio. Las personas vivían sin aspirar a mejorar o evolucionar, pues temían que el cambio trajera caos y pérdida.
Oyá decidió mostrarles el poder transformador del cambio. Se acercó al pueblo en medio de una poderosa tormenta, con los vientos girando a su alrededor. La gente, al ver la fuerza de Oyá, sintió miedo, pensando que la tormenta traería destrucción. Sin embargo, Oyá, con su voz firme y llena de sabiduría, les habló desde el centro de la tormenta.
“El cambio no es destrucción”, les dijeron, “es la oportunidad de reinventarse y descubrir nuevas fuerzas”. Con un movimiento de sus manos, Oyá dirigió el viento hacia los árboles, arrancando las ramas muertas y permitiendo que la luz del sol llegara a nuevas partes del bosque. Mostró cómo, a través de su poder, la naturaleza se renovaba y florecía nuevamente.
La comunidad comenzó a entender que la transformación, aunque poderosa, podía traer crecimiento y renacimiento. Aprendió a aceptar el cambio ya ver en él la oportunidad de evolucionar. Desde ese día, cada vez que una tormenta se acercaba, la gente recordaba la lección de Oyá y abrazaba el cambio con valentía.
Reflexión:
Este pataki, de acuerdo con el oddun Ika Meji, nos enseña que el cambio y la transformación son fuerzas naturales que debemos aceptar para crecer. Oyá nos muestra que, aunque el cambio pueda parecer temible, nos brinda la oportunidad de reinventarnos y fortalecernos.