Pataki de Oshosi y la Justicia del Cazador
Oddun: Irete Meji
En un pueblo rodeado de espesos bosques, un valioso objeto sagrado fue robado del templo principal. Los aldeanos estaban consternados y, sin pruebas claras, comenzaron a señalarse unos a otros, lo que desató conflictos y desconfianza. Los sacerdotes del pueblo, incapaces de resolver el misterio, llamaron al Orisha Oshosi, conocido por su precisión y habilidad para encontrar la verdad.
Oshosi llegó al pueblo con su arco y flecha, observando cuidadosamente a los aldeanos y el entorno. En lugar de acusar o confrontar, comenzó a rastrear las huellas que habían quedado cerca del templo. Con paciencia y silencio, siguió el rastro hasta el bosque, donde descubrió que el objeto había sido llevado por un grupo de animales atraídos por su brillo.
Regresó al pueblo con el objeto en la mano y reunió a todos los aldeanos. “La justicia no está en la prisa ni en la ira,” dijo Oshosi, “sino en la observación y la precisión.” Les enseñó a ser cuidadosos antes de acusar y a buscar siempre la verdad con calma y claridad.
Desde ese día, los aldeanos aprendieron a valorar la justicia y la verdad por encima de la sospecha y la ira. Veneraron a Oshosi como el protector de la justicia, agradecidos por su lección de paciencia y precisión.
Reflexión:
Este pataki, vinculado al oddun Irete Meji, nos enseña que la justicia debe buscarse con calma y precisión. Oshosi nos muestra que, a través de la observación y la paciencia, podemos encontrar la verdad y evitar la injusticia.