Pataki de Shangó y la Sabiduría del Poder Controlado

Oddun: Obara Ogundá

En tiempos antiguos, Shangó, el Orisha del trueno, el fuego y el baile, observaba cómo un joven llamado Dairo buscaba el poder sin comprender su responsabilidad. Dairo soñaba con ser tan fuerte y temido como Shangó, pero carecía de la madurez para controlar esa fuerza.

Un día, Dairo se aventuró al bosque, donde rezó fervientemente a Shangó, pidiéndole que le otorgara su poder. Shangó, intrigado por la ambición del joven, decidió probarlo. Apareció entre las nubes, vestido con sus colores rojo y blanco, sosteniendo su hacha de doble filo. “¿Quieres mi poder, joven?” preguntó Shangó. “Entonces, debes demostrar que puedes controlarlo.”

Shangó le dio a Dairo una pequeña chispa de fuego y le ordenó que la llevara de regreso al pueblo sin permitir que se apagara ni que quemara nada en su camino. Al principio, Dairo avanzó con confianza, pero pronto descubrió que el fuego crecía rápidamente y amenazaba con salirse de control.

Dairo luchó por equilibrar el fuego, aprendiendo a protegerlo del viento sin sofocarlo. Cuando finalmente llegó al pueblo, había aprendido la importancia de la moderación, la paciencia y el respeto por la fuerza que tenía en sus manos.

Shangó apareció de nuevo, satisfecho con el esfuerzo de Dairo. “El poder sin control es destrucción,” le dijo. “La verdadera fuerza radica en saber cuándo usarla y cuándo contenerla.”

Desde ese día, Dairo se convirtió en un líder sabio, y el pueblo veneró a Shangó no solo como un Orisha poderoso, sino también como el maestro del control y la responsabilidad.


Reflexión:

Este pataki, vinculado al oddun Obara Ogundá, nos enseña que el verdadero poder radica en el autocontrol y la sabiduría. Shangó nos muestra que la fuerza debe usarse con responsabilidad, equilibrio y respeto.