Oddun: Obara Meji
En una época lejana, el gran Orisha Changó, conocido por su fuerza, su valentía y su dominio sobre el fuego y el trueno, se enfrentaba a un desafío que pondría a prueba su poder y su capacidad de inspirar confianza en su pueblo. Un enemigo poderoso amenazaba a su reino, y sus seguidores empezaban a dudar de su capacidad para protegerlos.
Changó, al notar la falta de confianza de su gente, decidió enseñarles una lección sobre la importancia de la fe y la unidad. Convocó a su pueblo y les habló con su característica autoridad y pasión: "La fuerza de un guerrero no solo proviene de su poder físico, sino también de la confianza que tiene en sí mismo y en su pueblo."
Entonces, Changó diseñó una estrategia audaz. Dividió a su ejército y les asignó tareas específicas, confiando en cada uno para cumplir su papel. Aunque muchos dudaron al principio, al ver la seguridad de Changó, comenzaron a creer en sí mismos y en su líder.
El día de la batalla, con el trueno retumbando y el cielo iluminado por los relámpagos, Changó lideró a su ejército con valentía. Inspirados por su fuerza y confianza, su pueblo luchó unido, y juntos lograron derrotar al enemigo. La victoria fue celebrada por todos, y el reino comprendió que la verdadera fuerza de Changó radicaba no solo en su poder, sino en la confianza que tenía en los demás y que inspiraba en su gente.
Desde entonces, cada vez que una tormenta resonaba en el cielo, el pueblo recordaba la lección de Changó: la importancia de confiar en uno mismo y en quienes nos rodean.
Reflexión:
Este pataki, de acuerdo con el oddun Obara Meji, nos enseña que la confianza y la unidad son fundamentales para superar los desafíos. Changó nos muestra que el verdadero poder se encuentra en la fe que inspiramos en otros y en la fuerza de actuar como una comunidad unida.
