Oddun: Ofún Kanran
En una época de grandes tormentas, un grupo de pescadores se aventuró en el océano en busca de sustento para sus familias. Aunque los ancianos del pueblo les habían advertido sobre el peligro inminente, los jóvenes decidieron desafiar las olas, confiados en sus habilidades.
Mientras las aguas se volvían más turbulentas, los pescadores se encontraron atrapados en una tormenta furiosa que parecía no tener fin. Rezaron desesperadamente a Yemayá, la Orisha del océano y la madre de todos, pidiendo su protección.
Yemayá escuchó sus súplicas y apareció como una figura imponente en las olas, vestida con sus colores azul y blanco, irradiando calma y poder. Con su concha sagrada, agitó las aguas y guió a los pescadores hacia una corriente tranquila que los llevó de regreso a la seguridad de la costa.
Cuando llegaron a tierra firme, Yemayá se presentó ante ellos y les dijo: “El océano es una fuente de vida, pero también debe ser respetado. Así como una madre protege a sus hijos, también los corrige para que aprendan a ser responsables.” Les enseñó cómo observar las señales del océano y entender cuándo buscar su bendición y cuándo evitar su furia.
Desde ese día, los pescadores no solo veneraron a Yemayá como su protectora, sino que también aprendieron a respetar las fuerzas de la naturaleza, comprendiendo que su equilibrio dependía del cuidado mutuo entre la humanidad y el mar.
Reflexión:
Este pataki, vinculado al oddun Ofún Kanran, nos enseña que la protección y la guía siempre van acompañadas de responsabilidad y respeto. Yemayá nos muestra que debemos honrar las fuerzas de la naturaleza y aprender a convivir con ellas de manera armoniosa.